lunes, 11 de marzo de 2013

La revolución rusa y el periodo de entreguerras


La revolución rusa.

Durante la primera guerra mundial, estalla en 1917 la revolución bolchevique que derroca al zar Nicolás II e instauro el primer estado comunista del mundo.

La autocracia zarista.
A comienzos del siglo XX, el Imperio de los zares era un inmenso país donde aún pervivía el absolutismo monárquico. Además el zar gobernaba por decreto, no estaba sujeto a ninguna constitución ni tenia que responder ante un parlamento. Una fiel burocracia y un poderoso ejército aseguraban el control del Imperio, mientras que la Iglesia ortodoxa constituía uno de los grandes pilares ideológicos del régimen.
La agricultura era la principal actividad económica y la tierra estaba en manos de unos pocos terratenientes. La mayoría de la población eran campesinos sometidos a un régimen casi feudal.
En algunas zonas del Imperio se había iniciado un proceso industrial, dirigido por el estado y caracterizado por su rapidez. Allí había surgido un numeroso proletariado industrial.
Entre los obreros, se había difundido el marxismo y en 1898 se fundo el Partido Socialdemócrata Ruso, que en 1912 se dividió entre mencheviques y bolcheviques. Estos últimos liderados por Lenin.

La revolución de 1905
En este año se sucedieron las manifestaciones, las revueltas de campesinos y huelgas de obreros debido a las malas condiciones sociales y la corrupción. La guerra ruso-japonesa solo logró agravar las cosas. Protestas ante el palacio de invierno, que fueron duramente reprimidas en el denominado Domingo Sangriento. También hubo revueltas en el ejército como el motín a bordo del acorazado Potemkin. La población estaba desmoralizada y se organizo en soviets. Este hecho marca el inicio de la revolución, que fracasa al no recibir apoyo militar. Aunque el zar creó la Duma para intentar calmar al pueblo.

La coyuntura de la I Guerra Mundial.
 La permanencia de Rusia en la guerra solo precipitó los acontecimientos. Las fábricas se transformaron en industrias de guerra y el reclutamiento hizo disminuir la producción. Los productos escaseaban, los precios subían y la capacidad adquisitiva disminuyó. A esto se le sumaron derrotas militares y críticas al gobierno. La confianza en el zar había disminuido y los complots se sucedían. El desastre militar y económico condujo a una revolución de mayor calibre que la de 1905.

La caída del zarismo.
El 23 de febrero de 1917 estalló una revolución que provoco la caída del zarismo. Fueron formándose soviets. La duma  tomó protagonismo en la crisis y, de acuerdo con el soviet de Petrogrado, el poder pasó a un gobierno provisional. Este gobierno se comprometió a convocar una Asamblea Constituyente para decidir el destino político de Rusia. Al mismo tiempo, siguió fiel a las alianzas militares y se mantuvo en la guerra. La caída del zar no acabó con los problemas. Las condiciones de vida no mejoraban y los soviets exigían la retirada de la guerra y no reconocían las leyes del gobierno provisional como legitimas. Entonces empezó a perfilarse un doble poder.

La revolución de octubre.
La lentitud con que se realizaba la reforma agraria y el mantenimiento de Rusia en la guerra hicieron aumentar el descontento popular y la influencia de los bolcheviques.
El 25 de octubre, los soviets, impulsados por los bolcheviques y el apoyo de la Guardia Roja, se sublevaron asaltando el Palacio de Invierno y destituyeron al gobierno provisional. Lenin formo un gobierno obrero.
El nuevo gobierno soviético estableció la formación de un Consejo de Comisarios del Pueblo y las primeras medidas revolucionarias: se expropiaron las tierras para repartirlas entre los campesinos, y las fábricas quedaron bajo el control de comités obreros. Además se firmo la paz de Brest-Litovsk (1918) con Alemania.

La guerra civil y la creación de la URSS.
El nuevo gobierno soviético tuvo que hacer frente a una guerra civil que duro tres años (1918-1921). Una fracción del ejército zarista, organizó el llamado Ejercito Blanco, que se levantó en armas contra la Rusia revolucionaria.
Los bolcheviques crearon el Ejército Rojo que, basado en la disciplina y bajo la dirección de León Trotski, logró imponerse. A lo largo del conflicto, el partido bolchevique, había tomado el nombre de Partido Comunista dela Unión Soviética, fue haciéndose con el monopolio del poder.
En 1922 se creo la URSS, un estado federal que reunía todas las nacionalidades del viejo imperio (en política interna todos los estados son independientes, a nivel externo funciona como uno). Se gobernaba por un Parlamento (Soviet Supremo)  y un solo partido el PCUS, controlaba la vida política.
Se trataba de un sistema totalitario, en que el estado y el partido quedaban totalmente identificados y en el que las instituciones no eran elegidas democráticamente. Las voces que se alzaban contra esta situación fueron eliminadas o neutralizadas. El nuevo sistema político se justificaba mediante la dictadura del proletariado: el poder era ejercido por el Partido Comunista que representaba al proletariado, es decir, a la mayoría de la población.

Características del comunismo:
Primacía de la igualdad por encima de la libertad.
No existía la propiedad privada.
Todo era del estado.
Tiene un sistema totalitario.
El poder reside en el partido socialista.

La NEP, una nueva política económica.
La economía soviética estaba hundida. La revolución empezó a perder antiguos apoyos, hubo levantamientos. Esto hizo que Lenin propusiese una reforma de la economía que permitiese mejorar las condiciones de vida. Se concretó una Nueva Política Económica (NEP). Esto significaba la implantación de una economía mixta en la que algunos sectores convivirían con un retorno a la economía de mercado, que permitiría la pequeña propiedad y los intercambios privados.
La NEP cumplió sus objetivos y en 1926 la economía soviética había superado los niveles anteriores a la guerra. Pero la vuelta al mercado hizo subir los precios y las diferencias entre precios agrarios e industriales volvieron a originar problemas en las ciudades. Esta nueva política también produjo un serio debate y reforzó el enfrentamiento interno entre los que defendían el mantenimiento de una economía mixta y los que propugnaban la rápida socialización de la propiedad, la producción y la distribución de bienes.

Creación de la III Internacional.
En 1919 se crea la Tercera Internacional, que hizo un llamamiento a todos los partidos socialistas para que se unieran. Para unirse se debían cumplir las 21 condiciones. Estas condiciones provocaron la escisión de muchos partidos socialistas dando lugar al nacimiento de los partidos comunistas. Estos partidos tenían que responder a una nueva concepción del marxismo: el leninismo.

La expansión de la revolución comunista.
Se creía que la revolución no podría consolidarse si no se extendía por todo el mundo. El intento más importante se produjo en Alemania por la Liga Espartaquista. Su objetivo era conseguir el poder y crear un régimen comunista, pero el intento fue abortado. La revolución soviética hizo crecer los anhelos revolucionarios en toda Europa, pero a pesar de este entusiasmo, en ningún otro lugar parecía estar cercana la posibilidad de una revolución socialista. La expansión a otros países parecía muy difícil de cumplir a corto plazo.

La pugna por el poder.
Lenin muere en 1924. Diferentes propuestas enfrentaron a los dirigentes del partido, Trotski y Stalin. El primero mantenía que era necesario exportar la revolución en otros países, abandonar la NEP y promover un funcionamiento más democrático. El segundo se proponía la ‘’construcción del socialismo en un solo país’’, seguir con el sistema mixto y reservar las decisiones políticas a los dirigentes del PCUS, eliminando el debate interno del partido.
Stalin que se había convertido en Secretario General del PCUS, se hizo dueño de la situación a partir de 1927. El resultado fue la orientación de la revolución hacia el establecimiento de un poder autoritario, un centralismo absoluto. Stalin también optó por poner fin a la NEP y forzar la colectivización de la propiedad. Trotski se exilió y fue asesinado por orden del mismo Stalin.

El estalinismo.
Tiene 3 características:
1-Todo el poder reside en un solo país (URSS)
2- Todo el poder reside en un único partido (PCUS)
3- Todo el poder reside en una única persona (Stalin)

La política estalinista impuso una economía y una sociedad colectivistas.
Se prohibió la propiedad privada y las tierras, fabricas, bancos… se convirtieron en propiedad estatal. Se dio prioridad a la industria pesada. Se instituyo una economía dirigida por el Estado. Con el plan quinquenal el resultado fue una rápida industrialización, pero la agricultura sufrió un retraso considerable, y se colectivizaron todas las tierras.
Stalin ejerció una verdadera dictadura en la que el Partido Comunista lo controlaba todo.
Su liderazgo quedó reforzado por el ‘’culto a la personalidad’’.

El estalinismo se desarrolló y consolidó con unas estructuras políticas y sociales cada vez más rígidas. Se recurrió a la eliminación política y en muchos casos física. Se inició una represión generalizada que se conoce como las Purgas de Stalin→ Stalin mataba a todo aquel que no estuviera conforme con él o sus pensamientos. Se desarrollaron los procesos de Moscú, que costaron la vida a miles de personas. Con esta política  se juzgó, condenó y ejecutó a miles de ciudadanos soviéticos, eliminando así a cualquier posible opositor o alternativa al poder. Este sistema penitenciario (gulag) reunía una serie de campos de trabajos.

Las nuevas instituciones políticas
En la era de Stalin se dieron cambios decisivos en la organización y estructura de la URSS. La nueva constitución mantuvo los soviets como espina dorsal del sistema político, pero ya no volvieron a ser nunca más asambleas libres y deliberantes. El Estado reconocía la elección de los soviets por sufragio universal, pero esto quedaba totalmente desvirtuado por el hecho de que solo podían presentarse las candidaturas avaladas por el PCUS. Las instituciones políticas se mantuvieron según el esquema anterior, aunque se hizo más estrecha la unión entre partido y Estado. El gobierno siguió formado por los comisarios y los municipios por unos soviets locales. El Estado soviético mantuvo su estructura federal y cada una de las repúblicas de la Unión tenía su propio soviet que era elegido al mismo tiempo que el Soviet Supremo.

Estados Unidos: los felices años veinte.
Las consecuencias de la primera guerra mundial.
Estados Unidos salió muy beneficiado de la Primera Guerra Mundial. Durante el conflicto, la venta de alimentos, armas y productos industriales a los aliados facilitó que el país acumulase la mitad de las reservas mundiales de oro, y que el dólar se convirtiera en una solida moneda de cambio. Al terminar la guerra, Estados Unidos se había convertido en la primera potencia económica mundial. Su mayor competitividad abrió los mercados internacionales a sus productos y estos invadieron los mercados mundiales. Además, muchos países de Europa estaban endeudados con Estado Unidos como consecuencia de los préstamos de guerra.

Los desequilibrios comerciales
Las nuevas fronteras fijadas en los tratados de paz modificaron los flujos de intercambio de mercancías. Alemania perdió muchos territorios, privándola del acceso a materias primas para su industria, lo cual dificulto las relaciones económicas entre algunas de sus regiones. A todo ello se sumó el desequilibrio comercial entre los países industrializados y los exportadores de alimentos y materias primas. Hubo un exceso de oferta de alimentos y materias primas de cuya exportación dependían muchos Estados. El descenso de los precios agrarios empeoró la balanza comercial de estos países, que importaban mucho más que exportaban y necesitaban capital exterior para compensar el déficit. Al disminuir el valor de sus exportaciones descendieron sus ingresos y no pudieron pagar los intereses de los préstamos contratados. Entonces, se vieron obligados a solicitar nuevos créditos.

La prosperidad americana.
El crecimiento americano se prolongo durante los diez años que siguieron al fin de la guerra: fue la década de la ‘’prosperidad’’ y de la consolidación de un ‘’modo de vida americano’’ basado en un gran consumismo. El dólar se impuso como moneda de cambio ya que era la única convertible en oro. La banca estadounidense se afirmaba como la más dinámica y EE.UU se convertía en la única plaza financiera capaz de mantener un sistema de préstamos a largo plazo. En el auge estadounidense también influyó el desequilibrio comercial. La mayor competitividad de EE.UU, provocó una balanza comercial favorable: EE.UU exportaba a Europa mucho más de lo que importaba de ella.

Aumento del consumo y crecimiento bursátil
La expansión de la economía estadounidense fue posible gracias a una transformación productiva dominada por la innovación técnica y los cambios en la organización del trabajo que caracterizaron la II Revolución Industrial. Se produjo un gran incremento del uso de la electricidad y el petróleo. El automóvil fue el sector emblemático de este auge, mediante las cadenas de montaje. Sus efectos fueron muy positivos. También se generalizó la construcción de rascacielos en las grandes ciudades. Se produjo un gran aumento de la productividad, muy superior al de la economía europea, lo cual permitió reducir los costes de producción.

La expansión de EE.UU se baso en una profunda transformación en el proceso de producción de bienes. Por un lado, se incremento la productividad y se redujeron los costes. Por otro, el aumento de los salarios obreros, las campañas publicitarias, la compra a plazos y los préstamos bancarios abrieron el camino a la era del consumo de masas. La mejora adquisitiva no fue suficiente para absorber el aumento de la producción resultado de la fabricación masiva y el fenómeno de la sobreproducción empezó a ser un problema para la economía. La agricultura fue el sector más perjudicado por la prosperidad de la década de 1920.

La prosperidad se reflejo en un gran auge de la Bolsa. Los buenos resultados empresariales hicieron aumentar la demanda de acciones, cuyo valor subía constantemente. La euforia bursátil genero una gran burbuja especulativa. Fue tal la locura inversora que muchos compradores solicitaron créditos para comprar acciones.

La crisis de la superproducción.
La prosperidad no beneficio a todos por igual y una serie de elementos preludiaron la crisis que se avecinaba. Los campesinos fueron los primeros perjudicados ya que durante la Guerra se habían endeudado para adquirir nuevas tierras y maquinas y de ese modo aumentar la producción, que vendían a los países en guerra.
Acabado el conflicto, las exportaciones disminuyeron y el mercado americano no podía absorber toda la producción. Los stocks, se acumularon, los precios bajaron y los campesinos no pudieron devolver los préstamos.  En la industria ocurrió un fenómeno similar. La acumulación de stocks hizo bajar los precios y muchas empresas quebraron y cerraron sus puertas. El paro obrero se extendió y como la población tenía menor capacidad de compra, el consumo disminuyo.

El ‘’crack’’ del 29 y el ‘’New Deal’’.

Del ‘’crack’’ bursátil a la Gran Depresión.
La desconfianza cundió entre los inversores y el 24 de octubre de 1929 (jueves negro) una gran oleada vendedora afecto a la Bolsa de Nueva York. La gran oferta de acciones hizo que su valor cayera en picado, desencadenando el ‘’crack’’ bursátil.

Muchos inversores se arruinaron y el pánico se extendió entre los ciudadanos. Los bancos se vieron obligados a cerrar por falta de fondos ya que tampoco podían cobrar los préstamos. El ‘’crack’’ de la Bolsa precipito la quiebra de muchos bancos. En pocos años, la crisis bursátil se propago a gran parte de la industria, el comercio y la agricultura provocando la 
Gran Depresión. El consumo disminuyo y muchas fábricas cerraron. El numero de parados aumento y muchas familias cayeron en la miseria. Desde EE.UU la crisis se extendió al resto del mundo.
El sistema bancario fue uno de los primero afectado debido a que el hundimiento bursátil hizo que los deudores no pudieran devolver sus préstamos y la mayoría de los bancos había aceptado acciones de la Bolsa como garantía de los préstamos. La ruina de los inversores bursátiles y la disminución del crédito provocaron el descenso del consumo, lo cual agravó la crisis de sobreproducción. El subconsumo y la caída de las inversiones indujeron la crisis industrial. La caída de la actividad industrial supuso un gran aumento del desempleo. La depresión tuvo grandes consecuencias y la pobreza se extendió.

Los mecanismos de expansión de la crisis.
Fueron varios: el descenso de los precios de los productos puso en serias dificultades a las empresas del resto del mundo, que no podían competir con ellos; el retroceso de la demanda estadounidense redujo drásticamente sus importaciones, perjudicando a los países exportadores del resto del mundo; los problemas de la banca americana comportaron un drástico descenso de sus préstamos e inversiones en Europa. La crisis bancaria fue el primer síntoma de la recesión mundial. Los préstamos entre bancos extendieron la crisis a todo el sistema financiero. Pero la gravedad de la recesión fue muy diferente según los países, aunque todos redujeron la producción y vieron aumentar el desempleo. La crisis fue especialmente profunda en Alemania.
En el Reino Unido, la recesión no fue tan grave, pero la imposibilidad de mantener la libra como moneda de referencia ante el mayor atractivo del dólar hizo quebrar el sistema monetario internacional. Se entró en una sucesión de devaluaciones monetarias y de grandes fluctuaciones en su cotización. Francia, fue un ejemplo de los países denominados del “bloque de oro” que conservaron sus tipos de cambio fijo respecto a ese metal.

El hundimiento del comercio.
La causa principal de la reducción del comercio fue el aumento del proteccionismo. La adopción de tarifas proteccionistas por EE.UU fue considerada una declaraciones guerra comercial que fue contestada por la mayor parte de los gobiernos con más medidas proteccionistas. Los intentos de cada país por solucionar sus dificultades, la profunda reducción de la demanda interna en algunas economías y el enfrentamiento comercial hundieron el comercio internacional. La caída del comercio comportó la expansión de la crisis a los países exportadores.

La propuesta keynesiana
Keynes defendió que la crisis no era pasajera y que la recuperación no surgiría espontáneamente si los gobiernos no actuaban en su favor. Argumento que el principal problema era la falta de demanda ante la caída de la inversión. Sin demanda, los empresarios no tenían incentivos para aumentar la producción y, a través de ella, el empleo. Ante el derrumbe de la inversión privada, proponía que el Estado incrementase el gasto público. El gasto del Estado generaría déficit público. El Estado podría incrementar los ingresos por impuestos y reducir el déficit público anual.  Defendió la mejora de las condiciones salariales para aumentar la capacidad adquisitiva. Argumentó que la prosperidad dependía sobre todo de la inversión y el consumo, y no del ahorro, que podía resultar nefasto. Afirmó que el papel de los capitalistas era invertir, y el de los trabajadores consumir.

La lucha contra la crisis: el ‘’NEW DEAL’’
En 1932, gano las elecciones un demócrata, Franklin D. Roosevelt que proponía un nuevo programa para favorecer la recuperación económica. Fue el llamado New Deal, creado por Keynes (asesor del presidente), que defendía la intervención del Estado para reactivar la economía.
Para frenar la caída de los precios y relanzar la actividad de las empresas, el New Deal propuso una serie de medidas económicas: programa de recuperación industrial, subvenciones a la agricultura, obras públicas, control bancario y medidas sociales (ayudas a parados, aumento de salarios,…)
A pesar de estas mejoras, la crisis no se supero hasta el estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando las nuevas necesidades de rearme y avituallamientos de los países convirtieron de nuevo a EE.UU. en el principal suministrador de los aliados en guerra.

Los países escandinavos
Aquí fue más rápida la recuperación que en la mayoría de los países. El elemento clave fue otorgar al presupuesto del Estado un papel activo en la lucha contra la recesión económica, convirtiéndolo en un instrumento anticrisis. Cuando los empresarios invertían menos, el Estado aumentaba su inversión para compensar el efecto negativo. En la puesta en práctica de esos programas fue decisiva la fuerza de los partidos socialdemócratas que venían propugnando medidas para mejorar la situación de los trabajadores. Se inició la construcción del Estado del bienestar que se difundiría y consolidaría en el conjunto de Europa desarrollada.

La política armamentística de Alemania.
Fue un ejemplo de recuperación económica de una Estado totalitario que propició un fuerte intervencionismo e impulsó una política de rearme. Hitler pretendía conseguir la autarquía económica, una autosuficiencia que permitiese la supervivencia de Alemania prescindiendo de las exportaciones y produciendo en el interior todo lo que necesitaba. Esto permitió un crecimiento considerable de la producción y un notable descenso del paro. Pero comportó una brutal represión sobre los dirigentes sindicales y partidos de izquierda. La recuperación basada en el rearme se sustentaba en el convencimiento hitleriano de que la actividad económica del Estado debía restaurar el poder militar del pueblo alemán. Esta política económica condujo directamente al estallido de la II Guerra Mundial.

El Reino Unido y Francia
La Conferencia Internacional de Londres pretendió solucionar los desacuerdos sobre las deudas de guerra y acabar con las fluctuaciones de los tipos de cambio de las monedas. Su éxito fue limitado pero gobiernos de diferentes países se habían reunido para intentar solucionar conjuntamente los problemas. El Reino Unido no adoptó políticas similares al New Deal y propuso algunas de las medidas tradicionales anticrisis. Estableció acuerdos comerciales preferenciales con sus colonias. En Francia, las primeras medidas comparables a las americanas tardaron en llegar, cuando el Frente Popular impulsó una serie de planes sociales. Inició una política de obras públicas, garantizó precios a los productores agrícolas y devaluó el franco para aumentar las exportaciones
Las medidas internas y el tímido avance de la cooperación internacional detuvieron el empeoramiento de la coyuntura. La estabilización de la economía y el inicio de una nueva fase de crecimiento tan solo se alcanzó tras la II Guerra Mundial, cuando se reconoció que la supremacía del Reino Unido habían sido definitivamente sustituida por la de Estados Unidos.

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